miércoles, 2 de enero de 2013

Pastor quería revivir a un muerto y se asustó cuando se movió



El pastor Jimmy admite que se asustó cuando el muerto que al parecer intentaba "resucitar", se movió.

Javier Ramos Zambrano
Twitter: @javieramoz
 

"Y como no creían en Él, no hizo allí muchos milagros", con esa frase de San Mateo, capítulo 13, versículo 58, el pastor Jimmy Murillo Zúñiga intenta explicar por qué un hombre en el barrio Ceballos no revivió luego de sufrir un accidente de tránsito.
El lamentable hecho ocurrió el pasado 12 de diciembre cuando el tendero Jairo Tetai Polanco iba feliz en su moto porque una de sus hijas, ese mismo día en una clínica cerca del lugar del accidente, daría a luz a su nieto. Pero Jairo no lo pudo conocer porque a la 1:39 de la tarde chocó contra otra moto y quedó tendido en la carretera, al parecer sin signos vitales.
"Está muerto", dijo el primer curioso que se acercó al cuerpo. Poco a poco fue llegando más gente, entre ellos familiares de la víctima que con llanto confirmaban su muerte. "Papi te quiero", ese grito desgarrador de una de sus hijas se vio reflejado en las caras de pesar de todos los que rodeaban el cadáver, inmóvil al lado de la moto que manejaba.

Llegó el pastor
Las autoridades se preparaban para hacer el levantamiento del cadáver pero antes, apareció vestido con saco el "hermano" Jimmy, reconocido por sus prédicas en las plazas y parques del Centro Histórico de la ciudad. Pidió un permiso para pasar la cinta que cubría la escena del accidente y se lo dieron. El sol estaba furioso y la hija del muerto desconsolada, pero a él no le importó sentarse en el pavimento y agarrarle la mano para orar. Los curiosos desde atrás de la cinta seguían lamentando, algunos empezaron a rezar cuando vieron que el pastor Jimmy unió la palma de su mano con la mano del cadáver que ya estaba arropado.

"Milagro, está vivo"
Después de las oraciones, el cuerpo de Jairo se estremeció. Un corto y raro movimiento de su pierna y un brazo provocó un grito de júbilo en los asistentes y un asombro en el pastor. "Está vivo, esto es un milagro", se escuchó entre la multitud. Un allegado que se apresuró a tomarle el pulso  también creyó que había vida.
Varias personas rompieron la cinta de custodia e ingresaron a la escena del accidente para constatar con sus propios ojos el supuesto milagro, otros por el contrario huyeron espantados.
Los aplausos y aleluyas duraron pocos segundos, no había nada que hacer, los de la ambulancia comprobaron la muerte de Jairo Tetai, quien tenía unos 50 años.
El milagro no se dio por lo que las autoridades procedieron a realizar el levantamiento de cadáver para trasladarlo a la morgue de Medicina Legal.

"Faltó fe"
Al día siguiente, la noticia fue portada de los medios de comunicación más importantes de la ciudad. “Pastor intenta revivir a víctima de accidente de tránsito", tituló Eluniversal.com.co y que luego se convirtió en una de las 24 noticias más leídas en todo el año de la web del diario tradicional.
Q'hubo habló con el pastor Jimmy y en principio dijo que solo ayudaba a orar a la hija de la víctima, “por su alma”, sin la intención de revivirlo, pero se contradice al afirmar que en el sitio habían muchos curiosos incrédulos que por falta de fe no ayudaron a que el muerto “resucitara”.
“Yo en ningún momento dije que iba a resucitarlo, solo iba a orar por él. Yo iba a consolarla a ella. Yo le decía al Señor que atendiera la oración de ella, cuando ella está orando el hombre se mueve, le coge la mano a ella y estira la pierna, yo casi embalé a correr. Ella dice, papi si tú me estás escuchando, dame una señal y es cuando él la aprieta, yo le pongo la mano y el semblante va cambiando, me asusto porque yo iba para donde ella, a consolarla a ella”, refiere.
Al preguntarle que si era posible que ese hombre “resucitara”, como dijeron algunos testigos que fue lo que realmente él intentó hacer, respondió:
“Ese lugar estaba muy lleno, yo creo que si estuviéramos en un lugar con menos gente y mucha más fe, ese hombre se levanta, varón”, manifiesta.
Como ejemplo de su fe puso el caso de un perro al que supuestamente ya iban a enterrar y que lo terminó lamiendo. “Fue en Zaragocilla, un perro fino se comió la última cena, estaba botando espuma y cuando ya estaban buscando la bolsa para enterrarlo, le pedí al dueño que me dejara cinco minutos a solas con el perro en el patio. Allí le dije al Señor que era la mascota de un niño, empecé a orar y con los ojos cerrados siento que algo me lame por la cara”, afirma.

 “El soplo de vida”
El fotógrafo del diario judicial El Teso, Dagoberto Cabarcas, le confirmó a este medio que el pastor “hasta sopló a Jairo para que volviera a vivir”.
“Yo estaba muy cerca cubriendo la noticia y él (el pastor) pidió un permiso para pasar la cinta y se puso al lado de la hija del muerto a orar. Decía que así como Jesucristo resucitó podía pasar nuevamente, luego le abrió la boca y lo sopló, que supuestamente era un soplo de vida, la sábana que cubría al muerto se empezó a mover por la brisa, pero cuando el pastor empezó a frotarle las manos, la pierna izquierda que había quedado encogida por el accidente, se estiró. Entonces la hija empieza a gritar que revivió, la gente se desespera y parte la cinta de seguridad y hasta se suben arriba de la moto. Cuando confirman que estaba muerto, ya fue cuando el pastor empezó a orar por el alma hasta que la policía le pidió que se retirara porque iban a hacer el levantamiento”, explica el reportero gráfico.

¿Quién es Jimmy?
Jimmy Murillo Zúñiga es un cartagenero de 45 años, con 4 hijos y que en 1994 -dijo- aceptó al Señor.
Llegó hasta segundo año de bachillerato y se dedicó a lavar carros antes de empezar a predicar. “Yo le lavaba el carro a un señor que me enseñó a hablar inglés, luego como sabía ese idioma me fue a trabajar como guía al sector turístico de Bocagrande, al lado de los cocheros”.
En un sueño, según él, Dios le reveló que alguien le iba a regalar un traje con saco y corbata para que predicara. “Un señor en Bocagrande, mientras yo trabajaba, me regaló ese traje y tiempo después me puse a predicar en la Plaza de Bolívar”, recordó.
Los primeros en acercarse fueron un butifarrero y un borracho. “Les gustaba mi manera de predicar, era diferente”, explicó.
Y hasta que un día, según él por mandato de Dios, empezó a pedir ofrendas. “Mucha gente me empezó a escuchar, una pareja de Norteamérica me dio un rollo de dólares, otro me abrió una cuenta en el banco y la amplificación me la regaló la gente”.
Lunes, miércoles y viernes, de 7 a 7:30 predica en los bajos de la Registraduría, luego a medio día pasa a la Plaza de Bolívar y después de 5 de la tarde termina su prédica en la Torre del Reloj. “Yo no pedía ofrenda pero tengo 4 hijos”, finaliza.

 
Responde el padre Linero
Como en el lugar de los hechos varios testigos hablaron de resurrección, Q’hubo le preguntó sobre este tema al padre Alberto José Linero Gómez.
“El tema de la resurrección es un tema complejo, yo creo que cuando tenemos ese tipo de experiencias la respuesta la tienen que dar los médicos, no nosotros los teólogos ni los sacerdotes. Nosotros creemos en la resurrección como dice el Señor, es decir, vivir en la vida de Dios. Yo creo que es mucho más que resucitación, es la exaltación a la presencia de Dios.
Procesos de resucitación pueden haber muchos, aún por cuestiones médicas o de otro tipo. Lo importante cuando alguien está convaleciente es que el médico hable, para eso nos lo dio Dios, para que tenga la palabra”, responde.
 
Responde un médico
Según el doctor Álvaro Cárcamo, en casos de trauma craneoencefálico y lesión severa del cerebro en forma abrupta se produce muerte cerebral, persistiendo transitoriamente algunas funciones automáticas como las cardiorrespiratorias y algunos reflejos neuromusculares que pueden traducirse en presencia de movimientos corporales más acentuados en extremidades que generalmente precede a la muerte.

Citas bíblicas
Después que el hijo de la viuda de Sarepta murió, Elías oró a Dios, “y el alma del niño volvió a él, y revivió” (1 Reyes 17:22). Unos pocos años después, el profeta Eliseo resucitó al hijo de la sunamita (2 Reyes 4:32-35). Después de la muerte de Eliseo, un hombre muerto resucitó cuando tocó los huesos de Eliseo mientras le llevaban a sepultarle (2 Reyes 13:20-21).
Cuando Jesús estuvo en la Tierra, resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:21-24,35-43), como también al hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-16) y a Lázaro, quien había estado sepultado por cuatro días (Juan 11:1-45).
Mateo registró que después de la muerte y resurrección de Jesús, “se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos” (27:52-53). Luego, durante los primeros años de la iglesia, Pedro resucitó a Dorcas (Hechos 9:36-43); Pablo resucitó a Eutico, quien había muerto después de caer de la ventana del tercer piso de una casa (Hechos 20:7-12).

La Resurrección y la Vida Eterna según el catecismo y la Biblia

Introducción
Una parte importante del credo de la Iglesia Católica es la resurrección y la vida eterna. No se puede ser cristiano y profesarla ya que ésta es la culminación de la obra redentora de Cristo en donde ha vencido a la muerte por medio de su sacrificio.
La esperanza de La Resurrección
Dice el catecismo de la Iglesia Católica:
Catecismo 989 Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que El los resucitará en el último día Como la suya, nuestra resurrección será obra de la Santísima Trinidad:
Juan 6,39-40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
I Tesalonicenses 4,14 Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús.
I Corintios 6,14 Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder.
II Corintios 4,14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con vosotros.
Filipenses 3,10-11 y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos.
El significado de la resurrección de la carne
Por eso continúa el Catecismo:
Catecismo 990 El término "carne" designa al hombre en su condición de debilidad y de mortalidad. La "resurrección de la carne" significa que, después de la muerte, no habrá solamente vida del alma inmortal, sino que también nuestros "cuerpos mortales" volverán a tener vida.
En la Biblia encontramos más sobre el termino “carne”
Génesis 6,3 Entonces dijo Yahveh: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne; que sus días sean 120 años.»
Salmo 56,5 En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no temo, ¿qué puede hacerme un ser de carne?
Isaías 40,6 Una voz dice: «¡Grita!» Y digo: «¿Qué he de gritar?» - «Toda carne es hierba y todo su esplendor como flor del campo.
Pero cuando la carne resucite, nuestros cuerpos tendrán vida:
Romanos 8,11 Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.
Importancia de la resurrección en la fe cristiana
El catecismo continúa:
Catecismo 991 Creer en la resurrección de los muertos ha sido desde sus comienzos un elemento esencial de la fe cristiana. "La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella"
I Corintios 15,12-20 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de los muertos? Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe. Y somos convictos de falsos testigos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados. Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron. Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres! ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron.
Catecismo 992 La resurrección de los muertos fue revelada progresivamente por Dios a su Pueblo. La esperanza en la resurrección corporal de los muertos se impuso como una consecuencia intrínseca de la fe en un Dios creador del hombre todo entero, alma y cuerpo. El creador del cielo y de la tierra es también Aquél que mantiene fielmente su Alianza con Abraham y su descendencia. En esta doble perspectiva comienza a expresarse la fe en la resurrección. En sus pruebas, los mártires Macabeos confiesan:
II Macabeos 7,9 Al llegar a su último suspiro dijo: «Tú, criminal, nos privas de la vida presente, pero el Rey del mundo a nosotros que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna.»
Que dijo Jesús a aquellos que no creían en la resurrección
Catecismo 993 Los fariseos y muchos contemporáneos del Señor esperaban la resurrección. Jesús la enseña firmemente. A los saduceos que la niegan responde:
Marcos 12,24 Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios?
Marcos 12,26-27 Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: = Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? = No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error.»
Jesús relaciona la resurrección con le fe en Él
Catecismo 994 Pero hay más: Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona:
Juan 11,25 Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan creído en él:
Juan 5,24 En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre:
Juan 6,54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos muertos, anunciando así su propia Resurrección que, no obstante, será de otro orden. De este acontecimiento único,El habla como del "signo de Jonás", del signo del Templo: anuncia su Resurrección al tercer día después de su muerte.
Mateo 12,39-40 Mas él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás Porque de la misma manera que Jonás = estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, = así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches.
Juan 2,19-22 Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.» Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo. Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.
Marcos 10,33-34 Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará.»
Ser testigo de Cristo es ser testigo de su resurrección
Catecismo 995 Ser testigo de Cristo es ser "testigo de su Resurrección" (Hch 1, 22; cf. 4, 33), "haber comido y bebido con El después de su Resurrección de entre los muertos" (Hch 10, 41). La esperanza cristiana en la resurrección está totalmente marcada por los encuentros con Cristo resucitado. Nosotros resucitaremos como El, con El, por El.
Hechos 1,21-22 Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros, a partir del bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado, uno de ellos sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.»
Hechos 4,33 Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía.
La resurrección siempre ha sido incomprendida por muchas personas
Catecismo 995 Desde el principio, la fe cristiana en la resurrección ha encontrado incomprensiones y oposiciones. "En ningún punto la fe cristiana encuentra más contradicción que en la resurrección de la carne" (San Agustín, psal. 88, 2, 5). Se acepta muy comúnmente que, después de la muerte, la vida de la persona humana continúa de una forma espiritual. Pero ¿cómo creer que este cuerpo tan manifiestamente mortal pueda resucitar a la vida eterna?
Hechos 17,32 Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez.»
¿Qué es resucitar?
Catecismo 997 ¿Qué es resucitar? En la muerte, separación del alma y el cuerpo, el cuerpo del hombre cae en la corrupción, mientras que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la Resurrección de Jesús.
¿Quiénes resucitarán?
Catecismo 998 ¿Quién resucitará? Todos los hombres que han muerto:"los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5, 29; cf. Dn 12, 2).
Daniel 12,1-3 «En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia como no habrá habido hasta entonces otro desde que existen las naciones. En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos los que se encuentren inscritos en el Libro. Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno. Los doctos brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a la multitud la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.
Juan 5,29 y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.
¿Como resucitarán?
Catecismo 999 ¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo:
Lucas 24,39-40 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.» Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies.
Pero El no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, en El "todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienen ahora" (Cc de Letrán IV: DS 801), pero este cuerpo será "transfigurado en cuerpo de gloria, en "cuerpo espiritual"
Filipenses 3,20-21 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo, el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.
I Corintios 15,42-44 Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Pues si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.
Catecismo 1000 Este "cómo" sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe. Pero nuestra participación en la Eucaristía nos da ya un anticipo de la transfiguración de nuestro cuerpo por Cristo: Así como el pan que viene de la tierra, después de haber recibido la invocación de Dios, ya no es pan ordinario, sino Eucaristía, constituida por dos cosas, una terrena y otra celestial, así nuestros cuerpos que participan en la eucaristía ya no son corruptibles, ya que tienen la esperanza de la resurrección (San Ireneo de Lyon, haer. 4, 18, 4-5).
¿Cuando resucitarán?
Catecismo 1001 ¿Cuándo? Sin duda en el "último día" (Juan 6:39-40,44, 54; 11:24); "al fin del mundo". En efecto, la resurrección de los muertos está íntimamente asociada a la Parusía de Cristo: El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar:
I Tesalonicenses 4,16 El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.
Morir con Cristo
Catecismo 1005 Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario "dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor". En esta "partida" que es la muerte, el alma se separa del cuerpo. Se reunirá con su cuerpo el día de la resurrección de los muertos.
II Corintios 5,8 Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.
Filipenses ,:23 Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;
Conclusión
Catecismo 1015 "Caro salutis est cardo" ("La carne es soporte de la salvación") (Tertuliano, res., 8, 2). Creemos en Dios que es el creador de la carne; creemos en el Verbo hecho carne para rescatar la carne; creemos en la resurrección de la carne, perfección de la creación y de la redención de la carne.
Catecismo 1016 Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado reuniéndolo con nuestra alma. Así como Cristo ha resucitado y vive para siempre, todos nosotros resucitaremos en el último día.
Catecismo 1017 "Creemos en la verdadera resurrección de esta carne que poseemos ahora" (DS 854). No obstante, se siembra en el sepulcro un cuerpo corruptible, resucita un cuerpo incorruptible (Corintios 15:42), un "cuerpo espiritual" (1 Corintios 15:44).
Catecismo 1018 Como consecuencia del pecado original, el hombre debe sufrir "la muerte corporal, de la que el hombre se habría liberado, si no hubiera pecado" (GS 18).
Catecismo 1019 Jesús, el Hijo de Dios, sufrió libremente la muerte por nosotros en una sumisión total y libre a la voluntad de Dios, su Padre. Por su muerte venció a la muerte, abriendo así a todos los hombres la posibilidad de la salvación.
Bibliografía:
Catecismo de la Iglesia Católica
Biblia traducción de Jerusalén





¿Y qué piensan los cartageneros?
GUILLERMO MARTÍNEZ
Abogado
“No creo que un pastor pueda resucitar a otra persona, nadie tiene el poder para hacer eso”.
GUILLERMO MARTÍNEZ

DANIEL BLANCO
Obrero
“Me parece ilógico pensar en que un hombre puede resucitar a otro, solo Dios puede”.
DANIEL BLANCO

EIRA FLÓREZ
Docente
“No creo en eso, nadie tiene el poder de resucitar a una persona, solo Dios”.
EIRA FLOREZ

JORGE VERA
Contador
“Dios es el único que puede hacer milagros, los pastores no, estoy en desacuerdo”.
JORGE VERA