Hoy viernes de velitas visité a mamá y siempre que la escucho corro a la biblioteca de papá a buscar el diccionario.
Sus palabras son las mismas que intentaba descifrar cuando niño. Pese a todas las actualizaciones que ha sufrido el diccionario de la Real Academia Española esas palabras aún no aparecen. Desde que me casé he extrañado no poder visitarla a diario. Su "timbre" de voz es alto pero da gusto oírla. Dice lo que quiere. Sin "plebedad".
Había puesto un pie en la terraza de su casa y ella fue quien me saludó con un grito desde la cocina y yo... con la cabeza "sampada" en el celular... me dijo: Oye suelta ese aparato, estás en tu "yeré" (no sé si ponerla con doble Ll pues no la encuentro en la RAE.
Luego adentro, ya después de estamparle un beso en la mejilla y de contarme que se sentía con "maluqueras" le pregunté por mi padre. "Tú sabes que hoy es viernes cultural, debe estar alzando el codo con los compadres", anotó con ese suspiro de una rabia que no pasa de ahí. Pues lo que cocina es para él cuando venga "peao".
Pasamos a la sala y me pide que le alcance un "talambuco en el ceibó". El ceibó está cerca de la "butaca" en la que me acostaban cuando bebé, pero con un vestido nuevo.
"Papa con cuidao, cuidao haces un daño", dijo al ver que casi parto con el talambuco a lo que ella llama "un foco e mano".Hecho el favor y sentados ambos en la butaca, me cuenta que está cansada y que "hay un ropero" esperándola en el patio.
Y mientras se presiona la canilla con los dedos añade: "Mira estoy también como abotigada". Le pregunto por la vida de un amigo de infancia que vivía en el barrio. "Que yo sepa no sé, nosequiensita me dijo que anda quedao, como abobinchao, dizque está cogiendo carretera no sé, lo que yo te diga es mentira". Cambio de tema, hablamos del embarazo de mi mujer y para ver una de sus viejas reacciones le digo que yo quería que fueran trillizos: "No tienes oreja y andas buscando arito", apuntó de inmediato.El almuerzo está listo. "Papa vas a comer", me pregunta y al tiempo afirma como sabiendo que no la voy a "despreciar".
Me sirve un "platao" de sopa con "ñervito" incluido. No voy ni por la mitad cuando añade: "¿Quieres más? Y sin yo responderle "allá va" el otro cucharón repleto pal plato.
"Mijo es que te veo como revijío y creí que te había echado una criquita de na". Para no llevarme mi torcida de ojo, prefiero comer todo. Al terminar, casi sin poder respirar recibo otra pregunta. "¿Mijo no quedaste gazuso". Ella misma respondió por mí... "Ya te vas jactico pa tu casa... en la noche te comes una "bobadita" antes de acostarte.
Tenía que comérmelo todo porque si encuentra siquiera alguna "migaja", enseguida replica: bueno "la despreciada no soy yo".
Para despedirme le estampo otro beso y me le robo una frase para agradecerle el almuerzo y llevarme su carcajada. "Bueno mami chao, tú sabes que cualquier cosa (el tronco de almuerzo) es cariño". Así que "de todas maneras gracias".
Al salir llegué a la esquina y saqué una "ceroscopia" de un documento que necesitaba".
Ya entrada la noche, más reposado en el apartamento... Me comí un "crobasán" (cruasán) antes de dormir.
Fue apenas un almuerzo con mi madre querida. En este blog crearé su propio diccionario, antes tengo que visitar a mi abuela.
Eres un "bellaco", diría mi papá si lee esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario