domingo, 10 de febrero de 2013

Un tema viejo

Sí, nuevamente los indigentes.

Tema viejo que no pasa de moda,

como las caricaturas del difunto Panti, no hay que darle color al dibujo si en blanco y negro perdura en la memoria...

Y precisamente con un viejo, con más huesos que piel, con más hambre que experiencia me encontré en el semáforo del puente que comunica a Manga con el Pie de la Popa.

Acepta con temor los abrazos de un sol inclemente. Arrinconado trata de encontrar una esquirla de sombra,

esa de la que solo gozan sus descoloridas canas bajo una vieja y sucia gorra.

De su edad no tengo idea remota, basta con decir que está viejo. Se nota en sus pasos, lentos como si cargara fuertes rocas.

Tema viejo y un viejo sin suerte

Aprovecha el color rojo del semáforo para levantarse, estirar la mano y conmover a la gente.

Especialmente a conductores que se les arruga el corazón mientras más lo tienen en frente.

¿Cuánto recoge y qué hace con la plata? ¿Tendrá hijos, nietos? esta y otras preguntas vienen a la mente pero llega el color verde al semáforo y aceleramos. Pueblo indolente.

Algún día habrá otra Cumbre de las Américas y quizá lo recojan junto a los otros que para fechas importantes en la ciudad es mejor que no estén en las calles... a su suerte.

Viejo, querido viejo. ¿Para quién?
Qué fue de tu vida

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