martes, 8 de julio de 2014

Un año

Gracias a la vida. Al amor. Gracias a la sonrisa que asoma tus dientecitos. A los pasos que cada día son más firmes. A la única palabra con la que me llamas. A los 365 días que me regalaste abrazos sin querer bajarte de mi pecho. Al pechiche y al llanto tierno, y al ruidoso. Gracias por llegar... por lo que viene junto a ti. Feliz cumpleaños, hija.

Un día pesado para tu bebé


5:30 a. m.: Le cortas bruscamente su plácido sueño porque hoy le toca la vacuna. (Primer llanto).
5:30: Después de un rápido baño le metes el tetero a la boca, para que no salga sin comer. Se fastidia. (Medio sonríe).
6:00: Está lista, te apresuras para transportarla y ya en el carro le sientes el olor de su "gracia". Te devuelves a cambiarla. (Se sonríe como con burlita).

A las 8:00 a. m abren la puerta de la sala de vacunación de la EPS y un río de gente se apresura para coger su turno.

Madres con bebés en brazos chocan entre sí porque quieren ser atendidas de primeritas. El llanto de unos 30 niños se agudiza en ese corre corre y el concierto parece ser eterno.

Alcanzo a coger el turno # 24. Todas las sillas disponibles están ocupadas por mamitas. Esas que mágicamente lograron silenciar y dormir a sus pequeños.

Pero mi bebé, que apenas empieza a caminar, quiere estar en el suelo. Desfilamos por toda la sala, se cae, la levanto (bis).

Son las 9:52 y por fin se me queda dormida en el pecho. Está exhausta.

10:04: Empiezo a escribir esto, pensando además, en el dolor que me dará levantarla para cuando le toque su turno. Serán 4 puyas, 1 en cada brazo y una en cada pierna. Se avecina una sonrisa.

martes, 9 de julio de 2013

No me importa

No me importa si tengo que escuchar tu llanto de madrugada.

No me importa si no estiras tus brazos para abrazarme.

Si no me regalas una sonrisa o una mirada tierna cuando la espero, no me importa.

Si te hablo y no entiendes mis palabras de amor, no importa.

No me importa que aún no me digas 'papá'.

Que estés aquí es lo que me importa... mi bebé.

viernes, 5 de julio de 2013

Noticias más importantes de la semana en Cartagena

La noticias de una semana en Cartagena. Estas fueron las más comentadas, ya sabe usted por qué:
Yo aquí no hablo en serio, creo.

1. Falsa enfermera que se robó a un bebé se haría la loca para no ir a la cárcel. ¿Será que en la clínica donde se lo robó ya se organizaron para que esto no se repita?

2. Taxistas protestan y paralizan la ciudad porque no quieren que los multen cuando son imprudentes. ¿Vieron que una candidata a la Alcaldía pide más flexibilidad para ese gremio?

3. Un taxista no pudo protestar. La noche anterior "se vino y se fue". Le.hacía el amor a su amante y se le paró el corazón en un motel. Su verdadera esposa dudó en darle el último adiós.

4. Luego de un arduo trabajo por parte del jurado, eligen a Hombre Cartagena. ¿No sé por qué sale rabioso en la foto si ganó?

5. En pleno debate de candidatos a la Alcaldía, sus seguidores se debatían a puños en el Pie del Cerro. Porque lo que importa es Cartagena, ahora sí se formó el brete político. Hay video y todo.

6. La reina popular de Cartagena podría ser destituida por apoyar a un candidato a la Alcaldía. "Si lo hizo Eva Longoria, ella por qué no", al parecer dijo su chaperón.

7. Mercedes Maturana lucha por llegar al Senado tras muerte de Gilma Jiménez. El 1% de sus seguidores apoyarían ahora a NG Ching para la Alcaldía. Ah, tampoco está. Bueno el 1% le sirve a, bueno a alguien.

8. En deportes, Real Cartagena ya empezó a entrenar de cara al próximo campeonato. Si algún hincha del equipo heroico me dice que le interesa esta noticia, me comprometo a hacer una crónica de la prácrica.

9. Nadie ha informado que el circo ya casi se va. Todos sabemos que vienen las elecciones.

Feliz tarde. Ojalá la próxima semana tengamos noticias menos serias, que nos alegren el rato, como la del circo, por ejemplo.

A este mundo nos traen 2

Y de pronto recuerdo a las mamitas solteras. Abandonadas por su marido una vez preñadas, pero que solas se levantan de madrugada y sacan su teta para amamantar a la criatura.

Que ante el llanto se preocupan. Admirable, desde sacar gases con la ternura de sus dedos, hasta cambiar un sucio pañal, con los ojos pesados, a las 3:24 de la madrugada. Y si no le sale leche, corre a la cocina, hierve agua y prepara el tetero mientras el cuarto es un concierto de llanto.

Luego que el reflujo, que el paño, que la mecedora... Que no acostumbrarlo a los brazos... Que todo, pero sola. Hasta que el bebé cierra sus tiernos ojos solo por 2 horas.

Y a esos padres que no saben cómo es la lidia. A esos que la dejaron sola... No merecen más letras, aunque manden plata.

Pero a esos padres que ayudan a su mujer. Que con ojeras se van a trabajar porque su bebé los necesitaba, mis respetos. Que la mujer no se puede parar con la herida de la cesárea, entonces él va. Como zombie, en pantaloncillo y arrastrando las chancletas pasea con el bebé por toda la casa. Sin saber cantar le sale algo, que ni él entiede pero que al bebé, sin duda, le llega al corazón mientras está en los brazos del que también los trajo al mundo.

lunes, 11 de febrero de 2013

Somos los culpables




Un padre desesperado llevó a su bebé recién nacido a la clínica Cartagena del Mar y la puerta de la sala de Urgencias estaba con candado. En una hoja tamaño carta, pegada al parecer con goma de zapato en la pared, explican que no hay servicio porque están remodelando.

¿Le habrá dado tiempo de leer ese papel? Eso no importa, lo que importaba era que a su bebé lo viera un médico, pero al ver que no había señal de atención decide irse en un taxi a otra clínica, donde confirmaron la muerte de su pequeña criatura.

Medios locales y nacionales informaron el caso, los periodistas de televisión intentaron hablar con alguien en la clínica pero como cualquier otro usuario, se toparon con el vigilante, ese que además de encargarse de velar por la seguridad en el centro asistencial, tiene tareas de médico al decidir si es una urgencia o no, hasta recetan, ah, y de director, dejan pasar al que se le dé la gana.

La clínica envió un comunicado y dijo que no se hacía responsable por la muerte. Ellos ya le habían dicho antes al Dadis que estaban sin urgencias. ¿Entonces el Dadis no le avisó al pueblo? o ¿la clínica no podía pagar un avisito en El Universal u otro periódico o radio informando que no se mandaran para allá? Ah verdad, pegaron el mensaje en la pared.

Pero el Departamento Administrativo Distrital de Salud se pronunció inmediatamente y dio la respuesta que no falta en un General de la Policía: Vamos a investigar.

La investigación arrojó que el bebé ya tenía más de una hora muerto, antes de llegar a la clínica. Es decir, el papá al parecer cargó en un taxi con un cadáver. Esa fue la respuesta. El padre, al escuchar eso, contestó irónicamente: “Entonces nosotros somos los culpables”.

En menos de una semana se conoció otro caso, esta vez en la Clínica Blas de Lezo, una muchacha levantó a trompadas a la pediatra porque al parecer mientras su bebé convulsionaba, la doctora se alimentaba en el consultorio.

Otra vez el Dadis se pronunció. “Rechazamos tajantemente todo acto de violencia contra un trabajador de la salud. Solicitamos a los representantes de los medios de comunicación un mejor tratamiento informativo  en sus notas para que no se conviertan en un agente motivador de violencia”, dijo el director del Dadis.

Conclusión: Somos los culpables, así como ese padre que no leyó un letrero en la clínica y que se equivocó al pasear a su hijo muerto en un taxi.


domingo, 10 de febrero de 2013

Un tema viejo

Sí, nuevamente los indigentes.

Tema viejo que no pasa de moda,

como las caricaturas del difunto Panti, no hay que darle color al dibujo si en blanco y negro perdura en la memoria...

Y precisamente con un viejo, con más huesos que piel, con más hambre que experiencia me encontré en el semáforo del puente que comunica a Manga con el Pie de la Popa.

Acepta con temor los abrazos de un sol inclemente. Arrinconado trata de encontrar una esquirla de sombra,

esa de la que solo gozan sus descoloridas canas bajo una vieja y sucia gorra.

De su edad no tengo idea remota, basta con decir que está viejo. Se nota en sus pasos, lentos como si cargara fuertes rocas.

Tema viejo y un viejo sin suerte

Aprovecha el color rojo del semáforo para levantarse, estirar la mano y conmover a la gente.

Especialmente a conductores que se les arruga el corazón mientras más lo tienen en frente.

¿Cuánto recoge y qué hace con la plata? ¿Tendrá hijos, nietos? esta y otras preguntas vienen a la mente pero llega el color verde al semáforo y aceleramos. Pueblo indolente.

Algún día habrá otra Cumbre de las Américas y quizá lo recojan junto a los otros que para fechas importantes en la ciudad es mejor que no estén en las calles... a su suerte.

Viejo, querido viejo. ¿Para quién?
Qué fue de tu vida